Respiro... pienso... un momento! Por algún motivo, no alguno, uno que sé; no puedo... no quiero pensar, ni analizar... ni comprender!

Tampoco quiero sentir... y ahí voy... pensando de nuevo, esas ruedas dentadas (engranajes) que siempre dibujan en lugar del cerebro en las películas , siento que se mueven solas... así como mi cerebro toma vida propia, así mi corazón... por qué? Quién le dijo?
Es un tema discutido, saldado y finiquitado, sin vuelta de hoja... pero quién dijo que al final de las palabras se encuentra el final de los sentimientos?
Hablo y escucho... pero sigo sintiendo... comprendo, pero sentir me asfixia, apoyo pero....
No quiero ni darle importancia... porque no la debe tener... mas siguen los tontos peros...
Me recuerdo yo, a una amiga, que espera pacientemente a que la vengan a buscar en un caballo blanco o Prado blanco... mientras tanto desperdicia sus minutos y segundos en una quimera, por qué esperar a lo que se pinta como un olmo, te dé peras?
Valioso tiempo que ha hecho desperdiciar a otros... para regresar al origen.

Y mientras yo... necesito ir a la playa... a ver el sol que quema, bailar lento mientras escurro mis dedos en su cintura...
Ay, cuanto quisiera ser egoísta.... dejarme llevar por mis bajas pasiones...
Ser bueno es difícil, estar ahí es difícil y cuando quieres estar y nada de tí quieren, te editan, te reubican, te pausan y te guardan para cuando te necesiten.
Me quieres, no me quieres... a ratos, por minutos, recuerdas y me reubicas, te acercas, me alejas.

Solo una cosa tengo que muchos no, sé querer sí y mucho, pero sé olvidar y cuando olvido, no hay vuelta atrás por más rewind que dé.
Escuché una canción... me hizo recordar, lo que hoy escribo.

Tu con tu vida , yo con la mia
por dos caminos hoy tan distintos.
...Queda el consuelo , de que tu existes...
Que cruel destino es el querer fuera de tiempo,
es desangrarse y contener los sentimientos,
como dos hojas que llevadas por el viento
caen a destiempo así es, el desencuentro.

Daniela Castro